No te vamos a mentir, llegar a este paraíso lleva su tiempo, pero te prometemos que vale totalmente la pena.
Pueblito playero idílico entre dunas, calles de arena y barcitos con techo de paja, Jeri te conquista a primera vista.
La única preocupación es la de tomar la cerveza lo suficientemente rápido para que no se caliente.
Y esos atardeceres! Son el espectáculo más esperado por los visitantes.
No te contamos más, andá y vivilo en primera persona