Imaginate acostado sobre una tumbona, en una playa interminable de arena blanca, mar cristalino y cálido, cocoteros y música caribeña de fondo.
Pasar la tarde leyendo un buen libro, nadando en la piscina o caminando por la kilométrica costa.
Para refrescarte, nada mejor un mojito a media tarde.
Todo esto y más es lo que te espera si viajas a las playas de Cuba.
Irresistible no?